Un tema tan, a priori, poco creativo, como es fomentar la seguridad en los trenes logró tener una de las campañas de publicidad más creativas del siglo. Ideada por McCann Melbourne, la clave de su gran éxito estuvo en su música pegadiza, llegó a estar en el top 10 de descargas en iTunes-, sus personajes de dibujos animados y el humor negro con el que tratan el asunto de la seguridad.
Su éxito derivó en personajes de peluche de los protagonistas del spot así como una app e incluso un libro educacional. Para sorpresa de muchos se convirtió en la campaña más premiada de Cannes con 28 leones, incluyendo cinco ‘Grands Prix’.
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